Mojo picón negro
Aunque no es muy común encontrarse un mojo picón de color negro, el color tan característico del ajo negro lo llena todo, y lo convierte en una salsa muy original para condimentar todos tus platos.
Necesitaremos estos ingredientes para elaborar 1 taza de mojo picón negro
- 4 dientes de ajo, pelados
- 4-5 dientes de ajo negro, pelados
- 2 guindillas secas o chiles
- 1 cucharadita de comino molido
- Unas hojitas de albahaca
- 1 cucharadita de sal (o más, al gusto)
- 1 taza de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de vinagre balsámico
Método de elaboración
Hay dos maneras de hacer el mojo picón: la forma tradicional con el mortero, y la rápida con la túrmix.
Un canario de pura cepa nunca haría el mojo con la batidora, pues siempre se les ha enseñado a realizarlo a mano, con el mortero y la maja.
Pero si no eres canario, tienes la posibilidad de hacerlo como mejor te convenga. Os vamos a explicar cómo se hace de las dos formas, así que solo os queda elegir la que queráis.
Con el mortero.
Para hacerlo de la manera tradicional, lo más práctico es hacerse de un mortero grande, con una maja de madera. En él vamos a poner los ingredientes, empezando por los dientes de ajo pelados, y las guindillas.
Una vez que esté todo bien triturado, agregamos el comino molido, unas hojas de albahaca, y la cucharadita de sal, y seguimos aplicando fuerza para machacarlo bien todo.
Una vez que la pasta sea uniforme, vertemos poco a poco el aceite de oliva, y continuamos majando para que se mezclen todos los ingredientes. La cantidad de aceite es un poco orientativa, pues dependerá de nos gusta más espeso o más líquido.
Lo último vertemos el vinagre balsámico y continuamos la mezcla, hasta que finalmente esté bien integrado todo.
Con la batidora.
En un recipiente, ponemos todos los dientes de ajo, las guindillas, el comino, las hojitas de albahaca, y la sal, y lo trituramos hasta que se forme una pasta. Si es necesario rebañamos los lados del recipiente para que la pasta sea uniforme.
Con la batidora funcionando, vertemos el aceite poco a poco, para que se vaya emulsionando.
Por último, vertemos el vinagre balsámico y 1 cucharadita de agua, y continuamos mezclándolo.
Antes de servirlo lo probamos, y rectificamos la sal si es necesario.
El resultado es una salsa agridulce, con el característico sabor a regaliz del ajo negro, ideal para cualquier preparación de pasta, carne o vegetales.